¿Cómo podemos saber si tenemos los frenos a punto para las vacaciones?

Esta época es, sin duda, de las más habituales para emprender un viaje de vacaciones. En ocasiones, sustituimos el estrés de la oficina por el estrés de planificar un viaje en familia, pero después tendrá su recompensa si con somos capaces de descansar, airearnos y disfrutar de unos días fuera de la rutina.

Entre todos los temas que hay que atender antes de salir de vacaciones, el mantenimiento del coche es uno de los más importantes. Previo a un viaje largo es necesario revisar los niveles de líquidos (y, si queda poco para que te “toque” cambiar el aceite, hazlo antes de salir), el estado de los neumáticos y tantas otras cosas que se nos pueden pasar por alto como, por ejemplo, el estado de los frenos.

Aprende a distinguir los síntomas de desgaste de los frenos

Los frenos no fallan de repente, como en las películas. O, al menos, no en la inmensa mayoría de los casos. Al contrario, el sistema de frenado se va desgastando paulatinamente y, con el tiempo, pueden aparecer síntomas de desgaste que van desde lo más sutil a lo más evidente y explícito.

El problema, al menos relativo, es que algunos de estos síntomas pueden estar causados por múltiples razones, así que por eso te recomendamos que, siempre que notes algo extraño en los frenos, acudas a un taller especializado a que revisen el sistema a fondo.

  1. Pedal de freno demasiado duro: puede que las pastillas estén sucias de aceite o líquido de frenos; puede ser un problema con el pistón de la pinza, o con los discos de freno; puede haberse averiado el servofreno, o que tengamos las pastillas cristalizadas.
  2. Pedal con tacto esponjoso: suele ser un problema de líquido de frenos, o bien contiene aire, o bien ha absorbido humedad y cuando el agua entra en ebullición y se convierte en vapor, hace que la sensación sea “esponjosa”.
  3. Pedal con demasiado recorrido: si hemos de “pisar a fondo” para frenar con suavidad es que hay algún problema con las pastillas, el líquido de frenos o el sistema hidráulico.
  4. Después de frenar, el pedal no vuelve rápidamente a su posición de reposo: hay algún problema mecánico que impide este movimiento de retracción.
  5. Escuchamos un pitido o un chirrido metálico al frenar: puede que haya entrado algo (polvo, arena…) entre el disco y la pastilla de freno, y al aplicar presión chirriará. Por otro lado, puede que las pastillas de freno estén desgastadas y hay que sustituirlas. Existen otras razones, como un desgaste de los discos.
  6. Notas un comportamiento extraño del coche al frenar: si el coche oscila hacia un lado, o si se bloquea un neumático o sucede algo extraño cuando frenas, es que es muy posible que tengas problemas de frenos. También puede ser algo relacionado con la suspensión del coche.

Como podemos comprobar, los síntomas de mal estado de los frenos parecen muy evidentes, pero lo cierto es que, a veces, no seremos capaces de distinguir si realmente tenemos problemas de frenos, o puede ser otra cosa (como la suspensión). Por ello, acude a tu taller de confianza antes de salir de viaje y te ahorrarás un disgusto.